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Es fácil que las mujeres dejen de fumar
Es fácil, si pierden el miedo a dejarlo. Esto es realmente lo que hace que se resistan. Miedo a perder parte de su apoyo ante el stress, la vida o sus circunstancias, miedo a tener más hambre y por tanto a engordar, miedo a un cambio de hábitos. Este miedo lo conocen a la perfección las compañías tabaqueras y lo utilizan para hacer de la mujer el consumidor perfecto.
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